Materiales: 2 tarros de cristal, 1 manzana y un cuchillo.
Desarrollo: Primero cogemos una manzana y sin lavarnos las manos ni la manzana ni el cuchillo, la cortamos en trozos y los metemos en un tarro y lo cerramos bien.
Después nos lavamos bien las manos, el cuchillo y la manzana y la cortamos también en trozos y los guardamos en otro tarro.
Al cabo de los días vemos cómo los trozos sin lavar tienen un aspecto muy desagradable y los trozos limpios se conservan bien.
Explicación: Las bacterias y microorganismos que tenemos en las manos sucias se trasmiten a la manzana, en cambio cuando están limpias de bacterias no se trasmiten. Por tanto hay que lavarse las manos antes de meternos algo en la boca.
Este experimento sirve para que nos demos cuenta de la importancia de la higiene. Muchas veces pensamos que tenemos las manos limpias pero en realidad no es así. Están llenas de microorganismos que no vemos a simple vista pero que están ahí y muchas veces acaban dentro de nosotros. Así que cuando nos digan que nos lavemos las manos, no debemos protestar y sí acordarnos de la manzana negra del tarro.
Nerea Salas Expósito
gracias me ayudaron mucho
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ResponderEliminarGracias por la ayuda en la tarea
ResponderEliminar😎😎😎
gracias, me ayudo :v
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